Historias que
flotan en la imaginación

Nuestro primer lanzamiento

Arturo, el canguro

«Arturo, el canguro» es una historia rimada llena de ternura, humor y aventuras inesperadas. Con saltos que desafían la gravedad y versos que acarician el corazón, este cuento nos invita a conocer a Arturo, un simpático canguro australiano, su querida familia y una travesía tan extraordinaria que hizo al mundo mirar al cielo.

Entre flores, frutas y nubes misteriosas, los más pequeños descubrirán el valor de la paciencia, la unión familiar y la magia de lo simple. Una celebración de la imaginación, el amor y la sorpresa que se esconde en cada salto de la vida.

Ideal para leer en voz alta, reír juntos y soñar despiertos.

Sobre nosotras

Somos Agustina y Patricia, dos amigas, madres y apasionadas lectoras, unidas por el amor a los libros y el deseo de compartir historias que despierten la imaginación de niñas y niños.

De esas vivencias, y de muchas conversaciones entre risas, ideas y sueños, nació Pompas de Colores, un pequeño universo de libros para los más pequeños.

Creemos que los libros son ventanas al mundo y espejos del alma. Que las buenas historias no solo entretienen, sino que también ayudan a crecer, a imaginar, a comprender , a preguntar y a sentir.

Sabemos que cada libro puede convertirse en un recuerdo inolvidable, o en el primer paso hacia el amor por la lectura.

Esta es nuestra forma de dejar una huella en la infancia: una pompa de color, ligera pero poderosa, que viaja con el viento de la imaginación.

Sobre el autor

Carlos Julián Álvarez es papá, lector incansable y amante de las buenas historias… y de las buenas rimas.

Los cuentos para chicos empezaron a aparecer cuando nacieron sus hijas, Agustina y Dolores. Con ellas llegaron también las ganas de inventar mundos, jugar con las palabras y dejar pequeñas semillas de ternura, humor y reflexión.

Arturo, el canguro es el primero de varios cuentos nacidos de ese impulso.

Hoy, Agustina —que heredó esa pasión por las palabras— es quien se encarga de darles forma y color a estas historias, para que puedan llegar a otras infancias.

Este espacio existe gracias a ese legado compartido: una forma de seguir contando, jugando y soñando.